Les dejo las dos fotografías, la de antes y después del movimiento de tierra en el bananal amado.
No crean que no se me hace el corazón un puño al ver y recordar esta masacre.
Pero fuimos listos, no se preocupen, sacamos la semilla de banano y la sembramos y también transplantamos dos limoneros y un árbol de naranjas, por lo que pronto habrá fruta otra vez.
Al final, lo que fue la zona del bananal se vió así:
Pero, no todo está perdido, recuerden, aquí no acaba la historia...
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