En este recipiente grande como una tina se vacian las lechugas que llegan del campo. El agua tiene un porcentaje de cloro. Se sumergen en agua para retirar piedritas, hojitas y cualquier cosita que les haya caído durante su crecimiento. Luego se les retiran las primeras hojas dañadas y se pasan por un segundo lavado.
En esta mesa se colocan para que escurran. Aquí se les terminan de retirar las imperfecciones y se les da un último lavado con la manguera que cuelga del techo.
Aquí Teresa se encarga de controlar la calidad. Examina las hojas, los bordes, el interior de la planta y las coloca en la última mesa donde Fabián las pesa, las empaca en bolsas y luego en cajas que llaman María en cantidad de ocho lechugas por caja.
Este es Fabián pesando y empacando las lechugas.
Finalmente se estiban y para cuando concluyen de procesar las 1000 lechugas semanales que nos pide Horti-Fruti, el mismo Fabián las carga en el carro y las entrega.
Con cuatro personas trabajando alcanzamos cosechar y procesar aproximadamente 600 lechugas por jornada laboral.
2 comentarios:
ese proyecto NO es rentable
Que bien!!!.... Los felicito.. está muy hermoso su huerto... y que más da si no es rentable.... están creando Vida!!!... Mi maestro decía "Los alimentos no se cultivan en los supermercados!!"...Namaste.
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