miércoles, 14 de octubre de 2009

Y Wacha se majó el dedo...

Wacha, José Luis y los demás tomando el café de las 9am
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Y Wacha se majó el dedo, no se cómo se lo majó, pero el asunto es que por la tarde hizo que todos estuviéramos pendientes de su dedo majado. Pobre, lo tenía inflamado y la uña morada y se quejaba diciendo: - Es que siento el corazón en el dedo, viera cómo me duele!

A mi me parecía exagerado, pero según pasaban las horas, Wacha seguía mencionando su dedo adolorido así que le ofrecí acetaminofén y un poco de anestesia para aliviar el dolor.

Fue entonces que José Luis, muy determinado y autoritario como siempre, le dijo que se dejara abrir un huequito en la uña para que botara la sangre. El huequito se lo haría con un clavo.

Wacha abrió unos ojos grandotes y dijo: - No, no, no. Se puso colorado, más colorado de lo que ya es, y con el dedo majado y la cabeza dijo que no, no, no y que no.

Todos reímos porque nos dimos cuenta que es un pendejo* para el dolor, tal cual un chiquillo, este hombre de más de cincuenta años, le tiene miedo al dolor. No dejaba de verse y sonar divertido.

La cosa es que hicimos tanta presión sobre él que finalmente se dejó tomar el dedo y José Luis, con un clavo previamente esterilizado y a manera de desatornillador, le tomó el dedo con sumo cuidado y muy despacio, suavemente, haciéndolo rotar, le fue abriendo un agujerito a la uña del dedo índice de Wacha.

Le sostenía fuertemente la mano, como para que Wacha no se le escapara, Wacha se estremecía y hacía intentos de quitar la mano, pero se aguantó, colorado y tenso, pero se aguantó. Mientras, varios de nosotros, observábamos la "operación".

Finalmente, brotó sangre y José Luis aprovechó y le apretó el dedo con fuerza para que expulsara lo máximo que se pudiera.

-Ve, Wacha-, dijo José Luis. Ahora si que va a poder dormir en la noche, weon!.

Otro añadió: - Ve Wacha, eso no le hubiera pasado si no tuviera dedo!

Todos reíamos y nos sentíamos contentos de que a Wacha ya el dedo no le doliera.

Wacha sonreía y fue hasta entonces que lo vimos realmente aliviado, casi, casi, como si le hubieran salvado la vida, pero y cómo no... si es el único dedo índice que le queda, jajaja.

Pobre Wacha! Es un alma de Dios!



Walter Araya, vecino de San Jerónimo, mi jardinero y ahora ayudante de la construcción del invernadero. El jardinero más servicial, gentil, bien educado y trabajador que jamás he tenido o podría tener.

Dios te bendiga, Don Wacha!

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* En mi país, decirle pendejo a alguien es decirle miedica, miedoso, cobardica, nada que implique ninguna ofensa, lo aclaro porque se que en otros países de latinoamérica esta palabra tiene otras connotaciones.

domingo, 4 de octubre de 2009

Más fotografías a pleno sol







Esta mañana, ya que está haciendo un día esplendoroso, me dejé tomar unas cuantas fotografías más que deseo compartir con ustedes. Observen el contraste con las anteriores en lo que respecta a la luminosidad.



sábado, 3 de octubre de 2009

Una fecha digna de mención

Hoy, sábado 03 de octubre del año 2009 hemos finalizado la colocación del plástico en el invernadero. ¡Al fin!

Todavía faltan las paredes. :P

He aquí algunas imágenes.


Vista completa del invernadero

Vista del plástico translúcido

Detalle del ajuste a la cumbrera

Una vista singular, da la impresión de un espejo

Vista de la mitad del invernadero
desde un extremo del mismo
Estas fotografías fueron tomadas hacia el final de la tarde y como pueden apreciar el cielo estaba encapotado, poco después cayó uno de los aguaceros típicos de la época. Se ven oscuras por ese motivo, pero también, creo yo, que porque el plástico es científicamente diseñado y deja pasar ciertos rayos del sol que la cámara digital no percibe de manera que se ve más oscuro de lo que en realidad está.
Quizá sea un buen momento para aclarar que en parte he decidio llevar esta bitácora debido a que no obstante investigué en internet, en ninguna parte hallé una descripción del proceso de construcción así de detallada por tanto, me pareció de utilidad que existieran en la web un registro del mismo.

viernes, 2 de octubre de 2009

El equipo responsable de la construcción

A continuación las fotografías y datos personales de los trabajadores que están haciendo realidad el invernadero Vergel Bello (de aromas y flores) propiedad de la empresa Compai.
He recibido autorización de todos ellos para colocar esta información en este blog.


José Luis Zúñiga Méndez, maestro de obras
Vecino de Paracito de Santo Domingo de Heredia

José Antonio Zúñiga Sandí, soldador
Vecino de Dulce Nombre de Coronado


Jorge Luis González, ayudante de construcción
Vecino de Paracito de Santo Domingo de Heredia


No está sobrado decir, que aparte de la calidad profesional de estos muchachos, está su calidad como personas, de la cual doy razón.
Ellos, junto con mi hermano y yo, hemos hecho un equipo de trabajo muy bien equilibrado, eficiente y alegre, dicho sea de paso.